5- Rinoceronte

-¡Hahahahahaha, no digas que no sabes patinar!- le dije cogiéndolo de la mano.

-¡Claro que se, lo que pasa es que hace mucho que no practico!

-¿Cuanto mucho?

-¿Unos 18 años?- preguntó con cara de niño bueno

-¡Hahahahahaha, Niall no sabes patinar!

-Bueno, vale, quizás no se. Pero tu podrías enseñarme- dijo cogiéndose a la barrera

-Me lo pensare ¿Que me das a cambio?

-¿Que quieres?

-No puedo decírtelo

-Ammm, ¿un beso?- preguntó pensativo

-No puedo decírtelo- la verdad es que me gustaba ese juego. Se me acercó mucho, hasta que nuestras bocas quedaban a un par de centímetros.

-A mi me gustaría...

-Bueno, primero te enseño- dije separándome, se le quedo cara de pasmado- Ahora mira y luego imita- me separé de la barrera y empecé a patinar. Tras dar dos vueltas a la pista volví con él

-Si quieres ya que estoy me pongo a dar piruetas- dijo irónico

-Es muy fácil, ven- le cogí de la mano y tiré un poco para que moviese los pies.- ¿Ves cómo no es tan difícil?

-Lo estoy haciendo -dijo emocionado. Hizo un mal gesto y se cayó al suelo, arrastrándome a mí también.

-Lo que haces de maravilla es tirar a la gente al suelo- dije frotándome la rodilla

-¿Te has hecho daño?

-No, tranquilo- me levanté- ¿Porque no te levantas?

-Es, es que me resbalo -se quejó intentando levantarse. Clavé la punta de un patín en el hielo y le ofrecí mis manos, las cogió y pudo levantarse -Gracias

-De nada- le sonreí

-Venga que le estoy pillando el tranquillo- dijo animado

-Mejor, pero si vuelves a caerte recuerda soltar la mano de la profesora- del dije riéndome

-Técnica comprendida.

Estuvimos patinando hasta las 13.

-Se nos ha pasado la hora de comer- me dijo

-Tengo mucha hambre- dije tocándome la barriga

-No tienes pinta de comer mucho -me miró de arriba a bajo

-Hahahaha, pues te equivocas. No se dónde lo meto pero como cómo un rinoceronte

-¿Rinoceronte?

-Es que me gusta el nombre- dije sonriendo enseñando todos los dientes.

-Te invito a comer rinoceronte- dijo empezando a caminar.

Comimos unos perritos calientes que compró en un puesto de esos ambulantes.

-¿Alguna vez has subido al Empire State?- me preguntó mirando hacia arriba

-No, sólo llevo en Nueva York tres días...

-¿Cuando te vas?

-El Domingo

-Cómo nosotros

-Yo a las 8 de la mañana

-Pufff...

-Bueno vamos- dije entrando. Después de mucho discutir e insistir acabó pagándome él la entrada

-No era necesario- le dije en el ascensor

-Soy todo un caballero -hizo una reverencia

-Muchas gracias

Pasamos la tarde entre el Empire State y Central Park. Hablando y contándonos cosas...

-Ahora dime, ¿En serio no hay ningún chico? -dijo mirándome

-Por haber, hay mil chicos. Pero no hay ninguno serio. Tampoco es que sea una fresca ni nada, pero mientras estoy soltera me gusta divertirme

-¿Y yo ? ¿Soy uno de esos mil?-se paró

-No... Tu eres muy majo- dije un poco tímida- ¿Y, tu? -volvimos a andar

-¿Yo?

-Hombre, ahora me dirás que no se te acercan chicas... Porque no me lo creo -se pensó su respuesta

-Haberlas si hay, lo que pasa que las que me gustan se me resisten...

-No te preocupes. Encontrarás a la indicada

-¿Tu crees que se resistirá?

-Eso nunca se sabe

Me acompañó al hotel y me dijo que seguiríamos en contacto. Me dio un beso en la mejilla antes de irse. Subí a la habitación.

-Hola,hola. ¿Cómo ha ido? ¿Ha habido beso? ¿Es mi cuñado?- preguntó Laura emocionada.

-Hola, yo también me alegro de verte- dije irónica, me senté en la cama

-Si, si hola . Pero.... ¿Ha pasado?- dijo poniéndose depié en el sofá

-No, pero a estado a punto de suceder

-¿Y porque no?

-Me he separado. Me he asustado...

-¿Tu asustada frente a un chico?

-Ya los se. No se que me pasa

-¿Beso de despedida?

-Si, en la mejilla

-Eso es que volverá a llamarte- dijo tumbándose otra vez

-Pareces muy segura. -dije mientras me quitaba las botas

-Lo estoy, se lo que provocas en los chicos

-¿Cómo?

-Un par de chicos de mi clase están colados por ti

-A eso se le llama ser una asalta cunas

¡¡Hola amores!! Espero que lo disfrutéis, y si puede ser dejad algún comentario. ;) xx