-Hola
soy yo. Abre rápido tía, que estoy siendo acosada- dijo con tono de
preocupación, le abrí y al minuto ya la tenia en la puerta de casa,
con la voz agitada
-Hola-
le abracé -¿Que te pasa?- le pregunté al separarnos
-Abajo
hay cómo mil personas,con cámaras de fotos, de tele y micros, he
subido a pata
-No
seas exagerada -le dije
-Bueno,
miles quizás no. Pero 15 seguro. Hola Niall- le dio dos besos
-Hola
Juliet
-¿Y
esas caras?
-En
una hora nos ponemos de camino al aeropuerto -dijo con voz triste
-Ohhh,
lo siento. ¿Puedo acompañaros?
-Si,
por favor. No quiero que se quede sola
-Tranquilo,
yo te la cuido mientras no estés. Pero no esperes que le de sexo,ehh
-a él se le escapó la risa
-Eres
tonta- dije hiendo a la cocina. Me siguieron. Entre todos preparamos
el desayuno
-Venga
Ali, come algo más que la manzana -dijo Juliet con una galleta en la
boca
-Venga,
ahora no dejes de comer – dijo Niall acercándome una magdalena, me
la comí.
Al
rato, después de recoger, llamamos a un taxi. A los 20 minutos nos
avisaron de que había llegado. Bajamos, al salir a la calle, se nos
tiró un montón de gente encima, cómo pudimos, y con la ayuda del
taxista pudimos entrar en el coche, mientras el hombre ponía la
maleta en el maletero
-¿Que
sois famosos, chicos?- nos preguntó el hombre. Debería tener unos
60 años
-Más
o menos- le dije yo
-Bueno,
pues que sepáis que sois las personas más importantes que se han
subido a mi taxi, durante los 40 años que hace que conduzco uno
-¡Somos
importantes! -dijo Juliet emocionada
-Hahahaha,
si Juls, somos importantes- dije con la voz apagada.
Llegamos
al aeropuerto, Niall le pagó y yo saqué la maleta del maletero.
Fuimos hasta el mostrador de la compañía, cogidos le la mano, él
con la otra arrastraba la maleta. Después de facturarla y hacer el
papeleo, fuimos a sentarnos. Estuvimos como unos 45 minutos sentados,
cuando llamaron a los pasajeros de primera de su vuelo. Aun cogidos
de la mano, y Juliet a mi lado, y sin que ninguno dijese nada, fuimos
a los controles. Sin soltarme se despidió de ella
-Encantado
de conocerte. Tienes mi número, si necesitas algo ,llámame, sea la
hora que sea
-Que
si pesado- dijo apretando el abrazo
-Y
cuidamela- dijo cuando se separaron
-Hahahaha,
que si. Lo he hecho de maravilla los últimos 17 años
-Verdad,
anda dame un beso- de dieron dos besos. Entonces Juliet se apartó un
poco. Él me abrazó muy fuerte, yo también lo hice
-Cuidate.
No hagas caso de lo que digan. Ellos no saben nada sobre lo que hay
realmente entre nosotros
-Vale-
dije con lágrimas en los ojos
-Recuerda,
cualquier hora, cualquier lugar, cualquier problema
-Si.
Mi primera opción. Mi única opción
-Te
echaré de menos
-Y
yo- dije ya llorando. Me besó con toda la ternura del mundo. Sus
labios eran lo más dulce que mis labios habían probado jamás
-No
llores por favor
-Tranquilo,
estoy bien
-Llámame
-Te
llamare y te mensajearé a todas horas
-Bien-
dijo con nuestras frentes juntas y sonriendo
-Pega
a Harry de mi parte. Dile que cuando le vea va a acabar debajo el
sofá cómo la pelusa que es
-Hahaha,
yo se lo digo
-Y
dales un beso a todos de mi parte. Y diles a las chicas que tengo
ganas de conocerlas
-Lo
haré
-Vete,
antes de que te secuestre, y la mitad de chicas de este planeta me
odien- me abrazó otra vez y me besó antes de separarse. Me quedé
mirando cómo pasaba los controles y cuando estaba a punto de entrar
en la sala de pasajeros se despidió de nosotras con la mano. Noté
cómo Juls me abrazaba de medio lado, me giré a abrazarla. Entonces
fue cuando me permití llorar de verdad
-Le
quieres- dijo bajito en mi oído
-S-S-Si-
dije sollozando
-¿Se
lo has dicho?
-N-no....
Me da miedo
-Él
te quiere, se nota. Ya llegará el momento. Vamos a tomar un helado-
dijo arrastrándome de la mano por la terminal hasta llegar a la
parada del bus. Queríamos tranquilidad. Nos bajamos en el centro y
nos pusimos las gafas de sol. En parte porque hacía sol y en parte
porque yo tenía los ojos hinchados. Fuimos a la heladería de
siempre y nos cogimos los helados de siempre, ella de vainilla y yo
de chocolate. Estábamos en el parque al que siempre íbamos cuando
alguien me levantó del suelo
-Hola
primita, ¿Y tu novio? -preguntó alegre, me giré a mirarle
-Se
ha ido -dije llorando. Me cogió el helado, se lo dio a Juliet y me
abrazó
-Lo
siento enana, en serio- dijo contra mi hombro. Yo no dije nada
-Ya
estoy bien- dije al rato. Me separé y me senté- ¿Quieres helado?-
Le ofrecí
-¿No
lo quieres?- preguntó sentándose a mi lado
-No
-Eso
es que estás preocupada de verdad- dijo lamiendo la crema de
chocolate
-Eso,
chico. Tu ayuda -le dijo Juliet.
Después
de estar un rato en ese banco, me acordé que Laura llegaba hoy y
fuimos a casa. Me agobió mucho, que los periodistas siguiesen
delante de casa. Entramos cómo pudimos y subimos. A las 20 pareció
muy contenta por la puerta
No hay comentarios:
Publicar un comentario