28- Querida y deseada

-Siento interrumpir otra vez- dijo Juliet, nos separamos

-Tranquila- dije yo levantándome

-Ya me voy- dijo poniéndose la chaqueta

-¿Seguro que no te quieres quedar a cenar?

-No, tranquila... Eh quedado con Raúl y Nando

-¿Nando's, he escuchado Nando's?- preguntó

-¿Que?- pregunté yo

-Hahahaha, es verdad- dijo Juliet riéndose

-Perdón , explicarme lo que me he perdido

-Veras, en casa, voy a un restaurante que se llama Nando's. Es mi favorito

-Si, de hecho yo lo conozco por él- dijo Juliet

-¿En serio tenéis un amigo que se llama Nando's?- preguntó emocionado

-Hahahaha, no. Se llama Fernando, y su apodo es Nando. -dije riéndome

-Bueno, casi... ¡Yo a ese chico he de conocerlo!

-Hahaha, vale. Nosotras te lo presentamos- le dijo Juliet riendo

-Vale- él le abrazo, ella le dijo algo al oído

-Ehhh nada de secretitos- me quejé separándoles

-Hahaha, tranquila, es todo tuyo-dijo antes de abrazarme

-Hahaha, más te vale. WA cuando llegues a tu casa- dije abriéndole la puerta

-Que si mamá...- se fue y cerré

-¿Tienes hambre?- repreguntó abrazándome por la espalda

-No, la verdad es que no- dije un poco indiferente

-Mejor- me tapó los ojos y me guió. Un par de minutos después me los destapó, abrí los ojos

-¿Y esto? -estaba emocionada. Encima del escritorio, la cajonera y las estanterías de la cama habían velas

-Antes, cuando has marchado a comprar... Juliet y yo hemos buscado todas las velas, incluso ha bajado a casa tu abuelos a coger más y las hemos puesto aquí. Hace un rato, cuando se ha marchado, ha venido aquí a encenderlas....- dijo mirándome a los ojos

-Antes de que yo te dijese nada...

-Yo también siento que esto ha de ser especial- dijo antes de besarme

Los besos empezaron con una dulzura increíble, poco a poco fueron cobrando pasión, pero no perdieron dulzura. Después de unos besos llenos de pasión no pude resistirlo más y le quité la camiseta

-Aquí las cosas por igual- dijo con la voz ronca. Me quitó la camiseta. Sonreí y lo volví a acercar a mi para besarle. Se sentó a los pies de la cama y yo me senté encima de él con una pierna a cada lado, noté cómo algo se alegraba de mi presencia. Se me escapaba la risa entre los besos

-Esto no tiene gracia

-Hahaha, si quieres paramos- dije separándome un poco de él

-Esto pasará quieras o no- dijo acercándome a él

Me tumbó encima de la cama y me quitó las mallas, le hice espacio entre mis piernas

Después se sacó los pantalones, estuvo un rato recorriendo mi torso, entonces decidió que mi sujetador le molestaba, cuando ya estuvo fuera se entretuvo con mis pechos

-¿Tienes?- preguntó con la voz más ronca que antes

-Si... En el cajón... De la derecha... Del escritorio- dije con la voz entrecortada. Se levantó, abrió el cajón y volvió

-Chica ordenada- dijo sonriendo contra mis labios. Cuando ya no podía soportar más la tensión le quité los boxers y el a mi las braguitas. Oí cómo se abría el pequeño sobre , y a los segundos lo noté dentro de mi. Lo cogí de los hombros y lo acerqué a mi e hice un movimiento para quedar yo encima. Fue un momento maravilloso. Lleno de cariño, caricias, besos, sonrisas, sudor... Cuando acabamos nos quedamos tumbados en la cama. Él puso la cabeza sobre mi barriga

-¿En que piensas?- le pregunté acariciándole el pelo

-En cómo me siento...

-¿Cómo te sientes?- pegunté con una sonrisa

-No tengo palabras para describirlo- se incorporó y se sentó mirándome

-Yo solo tengo una... Pero es para describir una mínima parte...

-¿Genial?- negué con la cabeza

-Perfecto, como tu. Nunca antes me había sentido tan querida y deseada a la vez

-Esto será así a partir de ahora- dijo antes de besarme

-No rechazo eso- dije riéndome

Esa noche no dormimos mucho, estuvimos entretenidos descubriendo el cuerpo del otro. Nos dormimos abrazados como la noche anterior

A la mañana siguiente me desperté con la luz del sol, Niall estaba dormido entre mis brazos y sonriendo. Me levanté como pude y me vestí. Fui a la cocina a preparar el desayuno. Yo no sabía hacer tortitas ni nada de eso. Preparé tostadas, abrí un paquete de galletas de chocolate. Preparé café e hice zumo

-Buenos días- dijo desde la puerta, mientras se rascaba la cabeza

-Hola-le dije sonriendo, me acerqué y le di un beso- Veo que te has vestido

-Si prefieres me la quito-dijo haciendo el intento de quitarse la camiseta

-Hahaha, me gustaría, pero hoy quiero ir al gimnasio y si empiezas así no te dejaré salir- dije sentándome

-Hahahaha, vale, vamos al gimnasio- dijo sentándose a mi lado. Hasta ese momento siempre se sentaba delante mio. Desayunamos entre risas y besos

-¿Me dejas algo de ropa?- preguntó mientras ponía los vasos sucios en el lavavajillas.

-Hahaha, mio dudo que te valga- se me acercó

-Es que estoy cachas- dijo haciendo bola

-Voy a buscarle una camiseta a mi padre- dije riéndome

-Vale, hasta ahora- dijo dramáticamente. Entré a la habitación de mis padres, abrí los cajones hasta que lo encontré. Cogí una camiseta de los Lakers y unos pantalones cortos, fui a mi cuarto. Al entrar estaba en calzoncillos

-Hahahaha, tápate un poco- dije tapándome los ojos

-Ahora ya lo has visto todo- dijo apartándome la mano, en el fondo tenía razón, por eso nos cambiamos juntos.